No sólo de pan vive el hombre: reconocimientos y motivación.
Cobrar después de realizar un trabajo es estupendo, pero unas palmaditas en la espalda o unas palabritas amables también son muy agradables y sirven de reconocimiento a la labor que desarrollamos. Lo trágico, pero cierto al 100% es que la programación, si está bien hecha, debe pasar desapercibida, y en la práctica sólo se nota…